sábado, 10 de julio de 2010

Ciertos hábitos que jamás entenderé I

Claro que no, no estoy exenta de lo que pasaré a detallar. Soy algo así como esclava de estas nimiedades que rigen mi día a día y que contribuyen a mi desquisiante obsesión con absolutamente todo.

Soy de esas que no pueden tomar el té sin un paquete de galletitas de agua al lado. Es como si una cosa no pudiera ser sin la otra, como si fueran indivisibles, o algo así. Pero debo decir, que soy también, de las que rompen las galletitas de agua y deja que los pedazitos se mojen un rato y asi se produzca una capa sedimentaria de galletita en el fondo de la tasa, que, se descubre al terminar la infusión. Queda como esa comida de bebé desagradable, que a muchos da nauseas cuando lo ven (sino, preguntenle a Charlie McDonell)Realmente, no admito otra forma para tomar el te, ni siquiera del modo convencional, debe ser de esos criollismos que me salen hasta por los poros.

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