sábado, 31 de julio de 2010

Siempre quiso escribir un cuento. En el ínterin en que el autor se decidía por la trama el personaje saltó de la hoja rayada y le exigió que lo escribiese. -¡Qué fechoría inadmisible, hace frío y usted solo corta cuando se roza rápido el papel, no está a la altura de este tipo exigencias!- Con desdeño al personaje. Aún sin nombre, parecía una sustancia espesa deformada, que intentaba elevarse por sus propios medios pero el autor lo golpeaba con la lapicera y lo estrellaba contra el escritorio dándole una forma similar a la de una estrella. Incesante la sustancia fatigada y ya sujeta al escritorio por su vizcosidad y humedad, re-exigió adquirir forma alguna, y por ser una estrella, el artista dibujó a su alrededor con tizas, una constelación. -Así se calla a estas especies-
(Por cierto, continuó su obra, que fue otra pila de fracasos literarios)

(2008)

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